Memento Mori: versos, canciones y trocitos de carne

Sabemos que alguien morirá asfixiado… pero no sabemos quién es ni por qué está atrapada bajo una bolsa de plástico que la deja sin oxígeno cada cierto tiempo.
Hasta que está a punto de morir y se da cuenta de que quién le está quitando la vida es su propio hijo.
Así empieza la novela Memento Mori de César Pérez Gellida, un gran obra de suspenso narrada con una maestría descriptiva impresionante. No sólo te transporta a cada rincón de Valladolid haciendo notar su increíble memoria y capacidad de observación, sino que deja ver una profunda investigación alrededor de la muerte que logra plasmar en todo el libro con una agilidad muy apreciada por los lectores de suspenso.

 

Sus personajes se vuelven sumamente humanos a través de sus descripciones, pero también los momentos que rodean las muertes que aparecen en el libro. En un momento eres la chica del bar que toma una decisión que le costará la vida que testigo de una amistad naciente que trabajador en la comisaría de Valladolid.
La capacidad de Pérez Gellida para relacionarnos con su trama es increíble… y la historia en sí misma es buena para no querer levantarte del sillón. Recuerda un poco a la serie de Millenium de Stieg Larsson que seguramente el autor debe haber leído.
Al título le siguen las palabras versos, canciones y trocitos de carne. Nada más cierto. Una de las cosas que humanizan las escenas es la música de fondo que escucha el asesino, que lo acompaña en cada uno de los momentos de su vida. Música que todos escuchamos, con la que todos nos podemos relacionar y que ahora cobra un sentido completamente diferente.
Esta es la primera novela del escritor y ya existe una segunda parte, Dies Irae, editada también por Suma de Letras.

Post original de Actitudfem.